TOMA 7: CAR EL COCKER Y LOS PERROS DE LA POLICÍA
14 de diciembre de 2011

Durante los primeros días de rodaje nos trajeron a Car, un Cocker dorado que llegó muy enfadado con la vida, si se me permite la expresión. Curiosamente llegó junto a otro Cocker ruano llamado Simba y que representaba exactamente
el sentimiento contrario, excelente humor, alegre y encantador animal que había sido víctima en numerosas ocasiones de el mal humor de Car durante su estancia en la protectora de la que procedían los dos.

El bueno de Simba demostró ser un animal altamente equilibrado, cariñoso y con unas capacidades de trabajo innatas especialmente en lo que al olfato se refiere. El primer día que Cheri y yo le sacamos para trabajar nos demostró ser un perro asombroso y genial capaz de encontrar su juguete por más que se lo escondiéramos, incluso bajo el agua, demostrando ser un buceador nato al igual que Junior, el perro de César.

Si alguno os preguntasteis que fue de Simba, ese perrito que en el programa salía peleándose violentamente con Car, pues me alegra contaros que antes de terminar el rodaje fue adoptado por uno de mis clientes, una persona conocedora de la raza y amante cien por cien de los animales, una familia ideal, él trabaja desde casa así que tiene todo el tiempo del mundo para dedicárselo a Simba. Además tiene unos niños encantadores que eran la otra debilidad del animalito. Simba vive feliz en un chalet fantástico y ellos están encantados con él, lo que se dice una adopción perfecta….
Como antes comenté, Car llegó de la mano de Beatriz Menchen Vicepresidenta de la asociación “La voz Animal”, otra de las protectoras que llevan años rescatando y dando una oportunidad a los animales.
Car mostraba agresividad en su manejo incluso con la gente que conocía, lo cierto es que allí había mordido en varias ocasiones y a varias personas, no obstante aquí reunidos decidimos cual debía ser el camino para rehabilitar a Car y este consistía en darle un trabajo acorde a sus necesidades. César pensó en la idea de el rastreo, nuestra misión era darle espacio, tiempo y también afecto y esto comenzaba por asearle y cortar su pelo enmarañado que no hacia otra cosa que dificultar su relación con los otros perros y con las personas.

Lo trajeron por la tarde y ese día nos limitamos a testar su temperamento y valorar las soluciones, el perro efectivamente se encontraba en un estado mental de agresividad latente demás de confundido por el viaje y el cambio de residencia.
Aun así al perrillo le dimos una cena suculenta la cual aceptó de mil amores y aprovechamos para que conociera la finca brindándole libertad, cariño y espacio. El perro durmió feliz y su aspecto al día siguiente era mucho más relajado, sin duda le había gustado la tranquilidad de su nuevo destino…
A ultima hora César me pidió que si era posible que por la mañana intentáramos bañar al perro para empezar cuanto antes su transformación y hacer de el un perro viable para ser doptado. Y así lo hicimos, y esa misma mañana y con la ayuda de mi compañera Belén, cogimos a Car y le dimos un baño a cuatro manos de lo mas relajante. Ya casi al final César entró a vernos y nos reíamos viendo como el perro estaba casi dormido apoyado en mi pierna mientras le frotábamos.

Su nivel de relax era total, luego y a tijera desbrozamos esas orejas que acumulaban nudos de mucho tiempo, así como sus patas dejando al perro preparado para la sesión de peluquería que mas tarde le daría César.
Después de secarle el perro ya parecía otro, y ese fue el comentario general de todo el equipo al verlo salir de la “pelu” tan guapo y contento.
Una buena sesión se carreras por las pistas de trabajo completaron la tarea de la mañana.
Por la tarde se grabó directamente la sesión de peluquería de la mano del maestro César y Car y como visteis en el programa se porto muy bien nada que ver con la actitud agresivo-defensiva de el día anterior.
El perro llevaba dos días con nosotros y su comportamiento mejoraba a cada momento.
Los días posteriores y durante cuatro semanas el perro disfrutó de lo lindo de los paseos con la manada, baños en la piscina y también le enseñamos un poco de agility e igualmente los ejercicios de rastro que le proponía César.

Todo ello hizo que Car cambiara su mal humor por una alegría diaria y evidente de la que todos disfrutamos.
Lo cierto es que también valoramos que podía haber un problema de tipo neurológico que le hiciera comportarse agresivamente ante determinadas circunstancias, así que decidimos que no podía ser para cualquier adoptante sino que la adopción de Car tenia que ser dirigida a alguien con conocimientos suficientes para seguir con la línea de trabajo que llevábamos, y que era capaz de reconocer sus hándicaps para así evitar que mentalmente regresara al estado en el que vino.
Fue una bendición para todos la aparición de Marcos Fernández adiestrador profesional que conectó perfectamente con Car y que poseía los conocimientos y el entorno para que Car siguiera con la nueva vida que acababa de comenzar para él.
Lo demás, es lo que visteis en televisión, buena sintonía tanto con Marcos como con su fantástico Malinois Teo, una vez mas la misión estaba cumplida.
Car disfrutaría de una segunda oportunidad en manos de alguien capaz de dársela… Car y Simba disfrutan hoy en día con sus respectivas familias de adopción… Bonito ¿verdad?

SIMBA CON SU NUEVA FAMILIA
También pudisteis ver en el programa la visita que nos hicieron los perros antidroga de la policía, fue un auténtico recital de adiestramiento, sus perros demostraron un montón de habilidades, mas allá de su misión principal que es la detección de narcóticos, sus guías, tres policías que nos mostraron el resultado de un trabajo de adiestramiento y coordinación con sus perros que yo diría fue impecable, ejercicios de obediencia de agilidad y de búsqueda así como otro montón de habilidades que dejaron en todos un gran sabor de boca. Perros y policías absolutamente compenetrados y disfrutando juntos de cada trabajo que realizaban. Fue fantástico verles interactuar demostrando la evidencia de un trabajo francamente bien hecho.
Felicidades.